Por: Rodolfo Fenoglio
En el año 2005, un grupo de docentes de inglés y de francés –algunos de la UNSa, pero también del Profesorado de Lenguas Vivas y de la UCSal- nos propusimos investigar cómo el discurso político dominante en esas lenguas se refiere a las minorías y las construye discursivamente.[i]
Me interesé particularmente por el tema de las minorías sexuales en el contexto de la polémica por el matrimonio entre personas del mismo sexo en los EEUU. La búsqueda de herramientas metodológicas me fue acercando al Análisis Crítico del Discurso, en la línea representada por Teun van Dijk.
En sus numerosos trabajos sobre el discurso dominante en relación con las minorías –especialmente sobre el discurso racista tanto en Europa como en América Latina - van Dijk ha detectado ciertas generalidades:
Todo discurso de base ideológica –y el discurso político en particular- “organiza a la gente y a la sociedad en términos polarizados”: construye un endogrupo –Nosotros- y un exogrupo –los Otros, Ellos-, siguiendo una estrategia general de auto-presentación positiva y de presentación negativa de “los Otros”. El concepto de “cuadrado ideológico” da cuenta de los cuatro “movimientos” de esta estrategia:
1. Expresar / enfatizar información positiva sobre Nosotros
2. Expresar / enfatizar información negativa sobre Ellos
3. Suprimir / des-enfatizar información positiva sobre Ellos
4. Suprimir / des-enfatizar información negativa sobre Nosotros
· Al referirse a las minorías, los grupos dominantes apelan recurrentemente al topos de “las minorías como amenaza”. Se trataría, según el autor, de un proceso en tres pasos: 1ero: se valora negativamente a “los Otros”; 2do: se asocia a las minorías con la violación de normas; y 3ero: se extiende esa diferencia a una amenaza.
· Van Dijk establece una interesante diferencia entre: a) recursos legítimos de persuasión, cuando se argumenta a favor de un punto de vista parcial; y b) formas de persuasión ilegítima en una sociedad democrática, como la omisión de información importante y la distorsión de los hechos, que son prácticas de manipulación. Esto es lo que generalmente hacen los grupos dominantes que, aprovechando su acceso privilegiado al discurso y a los medios de comunicación, utilizan el lenguaje para reproducir diferentes formas de dominación.
El tratamiento de las minorías sexuales por parte de Bush y de los grupos conservadores de los EEUU se ajusta notablemente a este modelo. Generalmente, al tratar la cuestión del matrimonio entre personas del mismo sexo, gays y lesbianas ni siquiera aparecen mencionados como actores sociales: la espinosa cuestión se reduce al “amenazador” intento de unos pocos jueces y tribunales “activistas” y algunos funcionarios “locales” y “tramposos”, por destruir la “inmemorial” institución del matrimonio “tradicional”, “pilar fundamental” para la “salud” y el “bienestar” de la sociedad, defendida –supuestamente- por la vasta mayoría de los ciudadanos. El esfuerzo de las minorías sexuales de los EEUU por obtener nuevos derechos queda así vaciado de su contenido.
Enfoques como los de Teun van Dijk nos proporcionan valiosas herramientas para observar y estudiar lo que ocurre en la sociedad contemporánea, y para determinar, por ejemplo, cómo el discurso sirve para la producción, expresión y reproducción de ideologías.
[i] Se trata del Proyecto Nº 1413 del CIUNSa, dirigido por la Esp. Liliana Fortuny.
miércoles, 27 de febrero de 2008
Una aproximación a las relaciones entre discurso, poder e ideología
Revista N°8. Nov- Dic 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario