Oveja Negra
Revista Universitaria
Salta, Argentina
Contacto: revistaovejanegra@gmail.com


lunes, 3 de noviembre de 2008

Sobre el juego del arte

Por: Ana Laura Elbirt y la participación de Maria Laura Buccianti, artista plástica salteña Ilustración: María Laura Buccianti


“(…) en el juego se puede ser y no ser al mismo tiempo;
se puede creer y no creer, vivir la paradoja de la vida, sin
contradicción, culpa o miedo. Esta condición del
juego hace posible lo lúdico, al igual que el arte
posibilita el placer estético.”


Arte/juego. Arte/infancia
Te propongo un juego, ¿querés?. Es sencillo, lo primero que tenés que hacer es pararte frente a una obra de arte (de tu preferencia, sin importar los cánones de belleza vigentes) y observarla por un buen tiempo. Mientras tanto, tomá nota de lo que ves allí y de los significados que le otorgás a las cosas y/o personajes.
Al día siguiente (o a la semana, al mes, al año, etc.) volvé a hacer lo mismo con la misma obra. Luego, compará las listas de las anotaciones y, finalmente, respondé lo siguiente: ¿viste/sentiste lo mismo el primer día que el segundo en que estuviste frente a la obra?.
Como ya experimenté este juego, me adelanto a contestar la pregunta final: definitivamente no sentí lo mismo, hubieron sensaciones parecidas y otras que fueron apareciendo.
Es como si la obra de arte me ocultara cosas y las mostrara en otra oportunidad. Siempre me hace lo mismo la muy viva. Nunca me deja captar el sentido en su totalidad.
El juego que te planteé es el mismo que te presenta el arte todo el tiempo. No importa la edad que tengas, quién seas, ni mucho menos de donde vengas. La obra siempre te va a proponer un juego de sentido y, aunque te resistas, terminarás jugándolo.
En este sentido, el arte te hace volver a la infancia, a esos momentos lúdicos en donde dabas rienda suelta a la imaginación y a la creatividad.
María Laura Buccianti explora en su obra esa etapa de la vida que retomamos en la Oveja. Esta artista plástica “vuelve en el tiempo” para recordar su infancia, resignificarla y construir un nuevo ser, “Yumper”.
Experiencias. Escribe Mariela Buccianti.-
Soy artista plástica, estudié en una escuela específica de arte desde adolescente, sabiendo que me atraía esta disciplina por alguna razón. Continué mis estudios en la Universidad e insistí con algo que me maravilló desde el principio. Era una edad hermosa, llena de nuevos descubrimientos, potencial y modelos a seguir.
Mi obra actualmente tiene ingredientes de mi formación, de mi interés por los comportamientos humanos y de mis caprichos estéticos. Al principio, en los ‘90, hacía un tipo de pintura que aprendí en mi carrera. Luego me interesó indagar en mi propia infancia, que aborda la ambigüedad y el límite donde lo doloroso puede convertirse en maravilloso, yendo hacia los temores de los niños que me rodean, ya que en mi labor como docente trabajo con cincuenta chicos por día, preguntándoles por sus miedos.
En este momento, la violencia familiar ocupa un lugar en mi cabeza y en mis preocupaciones y así las transformo en objeto, plastilina o video.
A mi obra la puedo definir desde hace un tiempo como Yumper, porque en la infancia usábamos un vestido cómodo, para saltar, que se llamaba así y siento plenamente el vínculo de ese vestido con lo que quiero llevar a sentir, ver y percibir en mi trabajo.
Yumper.-
Lo que un vestido cómodo deja hacer son un montón de cosas: Correr, saltar, hamacarse, llorar, tirarse al piso. Acciones que dejan percibir distintos niveles de realidad, estados que te enfrentan a situaciones distintas.
Mi obra quiere proponer eso, como toda obra, como la esencia del Arte, “ponernos en otro lugar”, SALTAR…

No hay comentarios: