Revista N°5. Mayo - Junio 2007
El tema elegido en esta ocasión es la educación pública. ¿Por qué?. Veamos. Fundamentalmente, antes que cualquier otra argumentación, hablar de este tipo de educación (la pública) es una práctica casi de diagnóstico. Como si estuviéramos ante una placa radiográfica, podemos observar que la educación pública todavía representa parte del esqueleto del sistema estatal, conjuntamente con el servicio de la salud. “Todavía”, en el sentido de “a pesar de”; porque aún existe casi como una encantadora contradicción frente a una presencia dominante de lineamientos de privatización. Éste es el diagnóstico que a grandes rasgos arrojan las placas: muestran qué es lo que sucede con esta educación en tiempos neoliberales, qué es lo que está sucediendo con el Estado mismo, y cómo eso repercute en la sociedad entera.
En un intento de hablar de esos pesares con los que debe enfrentarse la educación pública, en este número hacen su espacio artículos que hablan de cuestiones que, aunque diversas, comparten el mismo campo en materia educativa.
Sin lugar a dudas, la fuerte crisis docente que se incrementó en estos tres últimos meses lectivos es también un empuje para revisar en qué estado se encuentra nuestra educación actual, y esto implica pensar necesariamente en la actitud del Estado y sus políticas educativas cuando tiene que garantizar no sólo el “servicio de la educación” sino el derecho que todos los ciudadanos tienen de acceder a una educación pública.
Si bien ya renunció Sobisch, la situación está tan desbordada que no hay renuncia que baste. Todavía quedan nadando otros peces gordos, a quienes también les cabe la entera responsabilidad por atentar no sólo contra el derecho a la educación sino contra el derecho a la vida, cuando la arrebatan a quemarropa en medio de una manifestación docente que reclama lo justo.
Por esto hay que hablar de educación pública, por esto y por ver hasta qué punto la política del Estado en materia educativa resulta dispersa y evasiva ante la crisis docente. Y también porque el tiempo en el que vivimos pide indagar cómo hace la educación pública para seguir en pie.
Esa es la pregunta que en esta edición va a rondar insistentemente en los artículos, como una forma de que nos aseguremos que, ante todo, la educación es un derecho.
Oveja Negra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario