Oveja Negra
Revista Universitaria
Salta, Argentina
Contacto: revistaovejanegra@gmail.com


sábado, 16 de febrero de 2008

La plástica salteña. Algunas consideraciones


Revista N°4. Abril 2007


Por: Mariano Gusils
Imagen: Roly Arias

En este artículo trataré de desarrollar una pequeña hipótesis: el arte constituye una forma simbólica que da cuenta de la actividad espiritual de una cultura. Dicho esto, podemos deducir que si abordamos el arte de Salta podemos, de algún modo, visualizar el estado espiritual de nuestra comunidad.
Para esta tarea es necesario, realizar una aproximación histórica general al desarrollo de la plástica local.
La historiografía local ha estructurado la historia del arte de Salta, a partir del concepto de generación. En los albores del siglo XX, actúan en el campo de la pintura, particularmente, los “precursores” y los “artistas independientes” (Papi, Usandivaras, Scotti, Coll, Ache, Casto, Pautassi y Bernier), caracterizados por su foraneidad y por el “estar de paso” en nuestra provincia.
La generación de los años 40 y 50 (Preti, Brié, Carybé, García Bes, Román, Dávalos, Juane, Argenti y Gianella) marca una inflexión en el ámbito de la plástica, debido a que se constituye como una unidad generacional que, a partir de su quehacer artístico, contribuye a la construcción de un lineamiento temático-estilístico muy característico. También es importante destacar que es esta generación la que emprende la fundación de la primera institución de enseñanza artística en la provincia: la Escuela Provincial de Bellas Artes, de la que forman parte como los primeros docentes.
En las décadas del 60 y del 70 asistimos la afirmación de una identidad plástica definida a partir del desempeño de las primeras generaciones que egresan de la Escuela Provincial, dentro de las cuales encontramos artistas de la talla de Elsa Salfity, Miro Barraza, Roberto Maehashi, Neri Cambronero y Antonio Yutronich. La importancia radical de esta generación radica en el hecho de que fueron ellos los primeros en introducir concepciones artísticas contemporáneas, así como, en el avance de llevar el arte a la calle, mediante la escultura en la vía publica y la actividad mural, propiciando una mínima democratización en el acceso a las obras de arte.
A partir de los años 80 se desarrolla una etapa expansiva propiciada por la jerarquización académica y el accionar en grupos de trabajos sumado a la actuación comunitaria a través de la exposición callejera, realizada a través del mítico “Tendedero”. Asistimos en esta década a la profundización de un universalismo estético, basado en una gran diversidad estilística que parte de concepciones estéticas ligadas a los grandes centros del país, Europa y EE.UU., se diversifica en propuestas plásticas distintas y en temáticas variadas.
Los años 90 y la transición del siglo XX al XXI, encuentran en la plástica local un excelente humus donde arraigan propuestas y discursos contemporáneos que generan una compleja trama de lecturas posibles a al vez que detonan toda una serie de interpretaciones históricas y culturales.
El valor de la práctica artística reside en que es una forma de construir y reinventar el mundo, estableciendo una relación cognoscitiva con la realidad en sí misma, la comunidad y la época de la y en la que surgen las obras. El pensamiento artístico, mediado por una profunda afección vital y por una elevación de la imaginación, permite que la emoción se desarrolle en sus posibilidades cognoscitivas, deshaciendo nuestros hábitos perceptivos, acrecentando el asombro, abriendo puntos de vista singulares y produciendo nuevas conexiones que terminan por ensanchar el mundo y aportando conocimientos.
Mediante esta breve reseña histórica de la plástica salteña hemos tratado de dar cuenta de la particular fisonomía artística que han delineado nuestros creadores, y de que manera constituyen un índice histórico de la espiritualidad de nuestra cultura. También hemos tratado de poner de relieve cómo estos artistas, desde sus particulares visiones plásticas, supieron y saben pictorizar la cultura salteña y contribuir, de esta manera, a una identidad que se arraiga en lo más profundo de las relaciones entre el hombre y la tierra intermediados por el tiempo.

No hay comentarios: