Revista N°8. Nov- Dic 2007
Por: Roberto Acebo, Martín Vargas y Pamela Rivera
Los siguientes testimonios fueron recogidos en 2002, forman parte de los archivos del programa “Del otro país” que se emitía por FM UNSa. En ellos, tres integrantes de distintos pueblos que nos preexistieron nos hablan desde un pasado inmediato. Ese pasado es todavía su presente.
Por eso los trajimos hasta aquí. Para que ellos mismos digan sus deseos, dolores y voluntades comunes e históricas. En realidad para que los vuelvan a decir. Y así, para que los digan continuamente en el eco de las palabras aquí dibujadas.
Ancianos, niños, jóvenes saben que están desapareciendo, han visto y oído cómo sus hermanos han desaparecido. Los han visto morir de a poco. Para dejar de borrarse, principalmente necesitan que los dejen vivir. Vale decir: cazar en el monte, danzar al compás de sus cantos, narrar su pasado, reír con sus niños, jugar con los animales, bañarse en río. Todo esto, cada día es más imposible. Una opción es resistir conservándose en la lengua que contiene todas esas prácticas.
A continuación podemos leer, ver, las palabras que Federico, Rebeca y Rubén tradujeron desde sus propias lenguas (tapiete, guaraní y toba) a la nuestra, para que nosotros podamos oírlos.
Federico, tapiete
-Mis abuelos nos contaban de distintas guerras que han pasado. Lo último que se acordaban era la guerra del Paraguay y Bolivias, en donde muchos hermanos tapietes que estuvieron en Bolivias se fueron al Paraguay, del Paraguay a Argentinas. Pero en esa época ya había tapietes viviendo en Argentinas... Ya hablaban del ingenio San Martín, de Ledesma. Ellos ya estaban en Tartagal, haciendo cálculos, más o menos antes del 900, ya estaban...
-Los ancianos ya eran iluminados, sea, ellos veían el futuro y ellos veían lo que habían pasado anteriormente... Y en el siglo XX, nosotros, como indígenas, hemos pasado por diferentes dificultades, ya sea dentro de la escuela... Yo me acuerdo en mi segundo grado, la maestra que decía que los indios eran malos, que Colón era bueno, que nosotros como indígenas éramos los malos. Muchas versiones... Muy triste era ser aborigen (...) En la escuela secundaria, épocas que iban mis paisanos, tenían que ir con gominas y zapatos bien lustrados, bien trajeados... que no es habitual de los hermanos indígenas. Entonces, también, eso pasaba por la deserción...
-Existía la marginación... tanto en los trabajos, el paisano tenía que ir disfrazado para conseguir trabajo... al ser aborigen, no lo tomaban...
-Somos 660 tapietes, más o menos, en Tartagal...
-La lengua es un problema. En la escuela, estamos rodeados de barrios vecinos, están yendo todos a esa escuela. Ahora se llama “12 de Octubre. Día de la raza”... Nadie pide permiso para entrar en la comunidad y poner el nombre sin antes consultar a los dueños de casa. Ha sido una falta de respeto...
-Que la escuela sea la “Escuela Martín Velázquez” que ha sido nuestro cacique. Ha sido muy fuerte y ha sabido llevar adelante nuestra comunidad. Ha sabido que los jóvenes se respeten. Ha sido un gran consejero para los jóvenes... Así que deseamos que se llame “Cacique Martín Velázquez”.
-Nuestros ancianos nos decían... sin saber leer, simplemente conociendo la naturaleza, ya nos aconsejaban que nos cuidemos... Teníamos nuestra música, o cantos, de tristeza, porque pasaron muchas guerras nuestros paisanos... Y era triste escuchar a nuestros paisanos comentar de la muerte, del sufrimiento, cantaban de tristeza, de la gente que han visto morir... y muchas otras cosas...
Es muy triste para nosotros. Ellos nunca nos han podido contar todo, ¿no? Porque siempre era muy triste el relato que hacían ellos... así que ahí lo dejaban, no terminaban de contar... Y yo también hoy, contando esto, me pongo muy triste, ¿no? porque han pasado cosas terribles con nuestros pueblos indígenas...
-Hoy nuestra comunidad los tapietes, la mayoría son evangélicas y la minoría son católicos. Pero eso no nos impiden que seamos uno solo... un ser tapiete. Nosotros teníamos antes nuestros dioses de la agua que nos daba el pescado, los dioses del bosque que nos daba la fruta, nos daba los animales, nos daba el alimento... teníamos muchos dioses...
-Antes nuestros abuelos, antes de salir a cazar, pedían permiso al dueño de los bosques, o si iban a pescar pedían permiso al dios de los ríos... Eso nos enseñaban nuestros abuelos...
-La idioma es un grave problema que tenemos con nuestros chicos. Nosotros queríamos enseñar idioma en la escuela, pero como son la mayoría criollos, se oponían los padres, las madres... que se enseñe nuestra idioma en la escuela.
-Aunque no se haga en la escuela, vamos a enseñar en nuestra propia comunidad. Van a venir hermanos capacitados, maestros del Paraguay que son tapietes... Vamos a hacer una fuerza tremenda para que nuestros niños aprendan bien, nuevamente, nuestra idioma. Porque la idioma no es que se esté olvidando. No se puede hablar en la escuela nuestra idioma porque de 1 a 5, 10 años, si ven que habla un paisano en la idioma, bueno ya lo tratan de chirete, mataco, con aborigen... ¿no? Entonces, de vergüenza, el niño ya no quiere hablar en la escuela. Y ya en la casa se habla el castellano y eso, nosotros, estamos viendo que no es bueno, que nosotros nos olvidemos de nuestra idioma, ya que estamos superando, hemos superado muchas barreras... podemos y vamos a poder que nuestros pequeños niños vuelvan otra vez a la idioma...
-Hemos aprendido el castellano, hemos aprendido a hacer gestiones, también si no sabíamos el castellano, no íbamos a poder comunicarnos entre ambos. ¿No?
Rebeca, guaraní
-Estamos trabajando en Jujuy en el fortalecimiento de la identidad y recuperando la lengua materna, el guaraní, estamos hablando de la primaria y estamos por insertarnos en la secundaria. Seríamos de la sexta, séptima generación y estábamos perdiendo el habla...
-Se sabe solamente que Jujuy es tierra de kollas y nosotros somos guaraníes del Ramal, de San Pedro a Vinalito estamos...
-Desde hace diez años que se viene hablando en las casas de algunas señoras el guaraní... los chicos están aprendiendo en la medida en que somos los padres –hasta los 35 años- los que estamos hablando...
-Hubo un trabajo de tres años de promotores en San Pedro... Fue muy bueno para nosotros que nuestros ancianos, mi madre, mi abuela, mis tíos volvieran a hablar... Porque para ellos como... que algunos con temor decían: “no hablen esa lengua porque van a ser marginados.” Pero nosotros, los jóvenes, estamos fortalecidos en nuestra identidad. Para nosotros es un orgullo poder hablar el guaraní... Si a mí me dicen Kunha (cuña), para mí es un orgullo, porque están afirmando lo que soy. Soy una mujer guaraní...
-Nuestra cara es la que nos identifica. Tenemos hermanos en Jujuy que dicen, por ejemplo: “Nosotros somos salteños, somos de la capital de Salta.” Pero yo mirándole la cara, yo sé que es un guaraní...
Rubén, toba
-A medida que van creciendo los chicos, y se crían con los criollos y se van haciendo grandes, se van olvidando de la idioma...
-Yo no sé cuál es la función del maestro bilingüe, si realmente lo están enseñando a los chicos... porque tenemos abuelos, madres que se sienten preocupados porque ellos se están olvidando el habla de nuestra idioma...
-Mis hijos entienden mi idioma toba, pero no lo hablan... En parte, es mi culpa porque yo no les estoy hablando en mi idioma. Entonces, comencé a reflexionar, entonces yo comencé a hablarles en idioma...
-Pero hay chicos que tienen vergüenza de nuestra idioma. Pero hay solución, estamos pensando en organizarnos para en una casa particular... para enseñar, para recuperar la idioma. Porque la idioma es algo muy importante para nosotros...
Los siguientes testimonios fueron recogidos en 2002, forman parte de los archivos del programa “Del otro país” que se emitía por FM UNSa. En ellos, tres integrantes de distintos pueblos que nos preexistieron nos hablan desde un pasado inmediato. Ese pasado es todavía su presente.
Por eso los trajimos hasta aquí. Para que ellos mismos digan sus deseos, dolores y voluntades comunes e históricas. En realidad para que los vuelvan a decir. Y así, para que los digan continuamente en el eco de las palabras aquí dibujadas.
Ancianos, niños, jóvenes saben que están desapareciendo, han visto y oído cómo sus hermanos han desaparecido. Los han visto morir de a poco. Para dejar de borrarse, principalmente necesitan que los dejen vivir. Vale decir: cazar en el monte, danzar al compás de sus cantos, narrar su pasado, reír con sus niños, jugar con los animales, bañarse en río. Todo esto, cada día es más imposible. Una opción es resistir conservándose en la lengua que contiene todas esas prácticas.
A continuación podemos leer, ver, las palabras que Federico, Rebeca y Rubén tradujeron desde sus propias lenguas (tapiete, guaraní y toba) a la nuestra, para que nosotros podamos oírlos.
Federico, tapiete
-Mis abuelos nos contaban de distintas guerras que han pasado. Lo último que se acordaban era la guerra del Paraguay y Bolivias, en donde muchos hermanos tapietes que estuvieron en Bolivias se fueron al Paraguay, del Paraguay a Argentinas. Pero en esa época ya había tapietes viviendo en Argentinas... Ya hablaban del ingenio San Martín, de Ledesma. Ellos ya estaban en Tartagal, haciendo cálculos, más o menos antes del 900, ya estaban...
-Los ancianos ya eran iluminados, sea, ellos veían el futuro y ellos veían lo que habían pasado anteriormente... Y en el siglo XX, nosotros, como indígenas, hemos pasado por diferentes dificultades, ya sea dentro de la escuela... Yo me acuerdo en mi segundo grado, la maestra que decía que los indios eran malos, que Colón era bueno, que nosotros como indígenas éramos los malos. Muchas versiones... Muy triste era ser aborigen (...) En la escuela secundaria, épocas que iban mis paisanos, tenían que ir con gominas y zapatos bien lustrados, bien trajeados... que no es habitual de los hermanos indígenas. Entonces, también, eso pasaba por la deserción...
-Existía la marginación... tanto en los trabajos, el paisano tenía que ir disfrazado para conseguir trabajo... al ser aborigen, no lo tomaban...
-Somos 660 tapietes, más o menos, en Tartagal...
-La lengua es un problema. En la escuela, estamos rodeados de barrios vecinos, están yendo todos a esa escuela. Ahora se llama “12 de Octubre. Día de la raza”... Nadie pide permiso para entrar en la comunidad y poner el nombre sin antes consultar a los dueños de casa. Ha sido una falta de respeto...
-Que la escuela sea la “Escuela Martín Velázquez” que ha sido nuestro cacique. Ha sido muy fuerte y ha sabido llevar adelante nuestra comunidad. Ha sabido que los jóvenes se respeten. Ha sido un gran consejero para los jóvenes... Así que deseamos que se llame “Cacique Martín Velázquez”.
-Nuestros ancianos nos decían... sin saber leer, simplemente conociendo la naturaleza, ya nos aconsejaban que nos cuidemos... Teníamos nuestra música, o cantos, de tristeza, porque pasaron muchas guerras nuestros paisanos... Y era triste escuchar a nuestros paisanos comentar de la muerte, del sufrimiento, cantaban de tristeza, de la gente que han visto morir... y muchas otras cosas...
Es muy triste para nosotros. Ellos nunca nos han podido contar todo, ¿no? Porque siempre era muy triste el relato que hacían ellos... así que ahí lo dejaban, no terminaban de contar... Y yo también hoy, contando esto, me pongo muy triste, ¿no? porque han pasado cosas terribles con nuestros pueblos indígenas...
-Hoy nuestra comunidad los tapietes, la mayoría son evangélicas y la minoría son católicos. Pero eso no nos impiden que seamos uno solo... un ser tapiete. Nosotros teníamos antes nuestros dioses de la agua que nos daba el pescado, los dioses del bosque que nos daba la fruta, nos daba los animales, nos daba el alimento... teníamos muchos dioses...
-Antes nuestros abuelos, antes de salir a cazar, pedían permiso al dueño de los bosques, o si iban a pescar pedían permiso al dios de los ríos... Eso nos enseñaban nuestros abuelos...
-La idioma es un grave problema que tenemos con nuestros chicos. Nosotros queríamos enseñar idioma en la escuela, pero como son la mayoría criollos, se oponían los padres, las madres... que se enseñe nuestra idioma en la escuela.
-Aunque no se haga en la escuela, vamos a enseñar en nuestra propia comunidad. Van a venir hermanos capacitados, maestros del Paraguay que son tapietes... Vamos a hacer una fuerza tremenda para que nuestros niños aprendan bien, nuevamente, nuestra idioma. Porque la idioma no es que se esté olvidando. No se puede hablar en la escuela nuestra idioma porque de 1 a 5, 10 años, si ven que habla un paisano en la idioma, bueno ya lo tratan de chirete, mataco, con aborigen... ¿no? Entonces, de vergüenza, el niño ya no quiere hablar en la escuela. Y ya en la casa se habla el castellano y eso, nosotros, estamos viendo que no es bueno, que nosotros nos olvidemos de nuestra idioma, ya que estamos superando, hemos superado muchas barreras... podemos y vamos a poder que nuestros pequeños niños vuelvan otra vez a la idioma...
-Hemos aprendido el castellano, hemos aprendido a hacer gestiones, también si no sabíamos el castellano, no íbamos a poder comunicarnos entre ambos. ¿No?
Rebeca, guaraní
-Estamos trabajando en Jujuy en el fortalecimiento de la identidad y recuperando la lengua materna, el guaraní, estamos hablando de la primaria y estamos por insertarnos en la secundaria. Seríamos de la sexta, séptima generación y estábamos perdiendo el habla...
-Se sabe solamente que Jujuy es tierra de kollas y nosotros somos guaraníes del Ramal, de San Pedro a Vinalito estamos...
-Desde hace diez años que se viene hablando en las casas de algunas señoras el guaraní... los chicos están aprendiendo en la medida en que somos los padres –hasta los 35 años- los que estamos hablando...
-Hubo un trabajo de tres años de promotores en San Pedro... Fue muy bueno para nosotros que nuestros ancianos, mi madre, mi abuela, mis tíos volvieran a hablar... Porque para ellos como... que algunos con temor decían: “no hablen esa lengua porque van a ser marginados.” Pero nosotros, los jóvenes, estamos fortalecidos en nuestra identidad. Para nosotros es un orgullo poder hablar el guaraní... Si a mí me dicen Kunha (cuña), para mí es un orgullo, porque están afirmando lo que soy. Soy una mujer guaraní...
-Nuestra cara es la que nos identifica. Tenemos hermanos en Jujuy que dicen, por ejemplo: “Nosotros somos salteños, somos de la capital de Salta.” Pero yo mirándole la cara, yo sé que es un guaraní...
Rubén, toba
-A medida que van creciendo los chicos, y se crían con los criollos y se van haciendo grandes, se van olvidando de la idioma...
-Yo no sé cuál es la función del maestro bilingüe, si realmente lo están enseñando a los chicos... porque tenemos abuelos, madres que se sienten preocupados porque ellos se están olvidando el habla de nuestra idioma...
-Mis hijos entienden mi idioma toba, pero no lo hablan... En parte, es mi culpa porque yo no les estoy hablando en mi idioma. Entonces, comencé a reflexionar, entonces yo comencé a hablarles en idioma...
-Pero hay chicos que tienen vergüenza de nuestra idioma. Pero hay solución, estamos pensando en organizarnos para en una casa particular... para enseñar, para recuperar la idioma. Porque la idioma es algo muy importante para nosotros...
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