Revista N°3. Marzo 2007
"Yo no podía participar en nada porque ni siquiera sabía quién era"
Una voz que no puede faltar al hablar de la Dictadura es la de los familiares de desaparecidos. Elia Fernández, hija de María del Carmen Alonso, masacrada en Palomitas, y sobrina nieta del ex gobernador desaparecido Miguel Ragone, comparte su valiosa experiencia de vida
Por: Paola Ferrero
Bueno, por empezar, tenía nueve años cuando matan a mi mamá y desaparece mi tío, que fue mas o menos por la misma época, con unos cuantos meses de diferencia. Entonces, en ese momento, lo que había era mucho silencio. A mí me educaron mis abuelos maternos, y la explicación que ellos me dieron luego, que yo se las pedí, de porqué guardaron tanto silencio, es que era una forma de protegerme del dolor, y en realidad no me protegían nada, porque el silencio de ellos me producía más dolor. Al margen de que aunque ellos no hablaban, yo sabía muy bien lo que pasaba, porque uno es chico pero no es tonto, se da cuenta de las cosas, o por las conversaciones que ellos tenían o porque venía el abogado que atendía el caso de mi mamá, y yo buscaba el lugar estratégico para escuchar las conversaciones, o sea que también había en mí una predisposición de averiguar, ya desde chiquita.
Yo era sobrina nieta de Miguel Ragone, que había sido gobernador. Mientras él era gobernador, en la escuela_ yo iba a una escuela pública, porque mi mamá era Secretaria de Obras Públicas y ellos eran coherentes con el proyecto de gobierno que tenían_, las maestras siempre hacían el comentario “Esta es la sobrina nieta del gobernador” o “Es hija de la Secretaria de Obras Públicas”, y se acercaban para conocerme o para hablar conmigo y cuando pasa lo de mi mamá, primero ella es presa política, y después lo secuestran a mi tío, se produjo una indiferencia total hacia mí por parte de las maestras. Recuerdo también que mis cumpleaños eran cumpleaños vacíos, iban mis primos nada más, aunque invitábamos a todo el grado, pero no los mandaban porque había un miedo ¿dónde iban a mandar a sus hijos?
Cuando viene la Democracia, yo tenía 17 años, así que ya estaba por empezar la Universidad. Y ahí cuando ya me preguntaban quién era yo, porque parece que “¿Quién sos vos?” es “¿Quiénes son tus padres”?, yo ya optaba por decir la verdad: “mi mamá es una de las masacradas en Palomitas”, y sí, estaba en el aire, “¿Qué hizo tu mamá?”, “¿Porqué tu mamá estuvo presa?”, “¿En qué estaba metida?”. Yo todavía no sabía muy bien en qué estaba metida, porque recién estaba reconstruyendo mi historia.
No milité en ningún Centro de Estudiantes, traté de tener la menor participación posible, pasar lo más inadvertida posible, mientras estaba en la Universidad, no tenía elaborado todo todavía. Yo no podía participar en nada, ni saber nada, porque yo ni siquiera sabía quién era, yo tuve una crisis de identidad, ni sabía si estaba de acuerdo o no con los ideales que tenía mi mamá. Entonces, me dediqué mucho tiempo, la mayor parte que estuve en la Universidad, casi cinco, seis años de mi vida, a investigar quién era mi mamá, a relacionarme con gente que la había conocido, a leer.
Y ahora, bueno, hoy en día lo veo distinto. Veo que hay gente muy joven que está descubriendo lo que yo descubrí en esa época, que se identifica con el ideario de la Generación del ’70. Algunos hacen una crítica constructiva, rescatan lo bueno y tratan de seguir encarando esa lucha. Veo que hay otros que se fanatizan, a tal punto de querer repetir exactamente lo mismo, todavía hay gente que sigue creyendo que tendrían que retomar la lucha donde quedó, sin hacer un análisis de todos estos años, de ver más allá de los ’70. Pero también veo mucha gente indiferente, y otra gente que es oportunista del panorama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario