Oveja Negra
Revista Universitaria
Salta, Argentina
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sábado, 16 de febrero de 2008

Cuchi y bagual

Revista N°4. Abril 2007
Por: Matías Aguilera

Miren mis ojos cuando yo estoy pensando
a ver si es que les miento…
…después si ya estoy muerto
échenme arena y agua,
así regreso.
Castilla.
Sacar a relucir la estela que dejaron en la música popular Castilla-Leguizamón, es procurarse una oportunidad para atravesar un trayecto que incidió de manera tal que lo llamado folclórico trascendió algunas fronteras, colocándose ya no sólo como una expresión de lo pasado e identitario, sino de lo renovador y lo contradictorio de las normas sociales.
Además significa adentrase hacia lo popular, no sólo como construido por una perspectiva desde fuera, sino también como experiencia, en la que los representantes de la elite cultural buscan en la tierra misma y se acercan a quienes la labran, la hacen producir y padecen el ejercicio del poder; por ejemplo aquella amistad del autor con el hachero Maturana, que quedó plasmada en la zamba del mismo nombre. Es decir, su principal motivación va a ser una búsqueda panteísta, pero sin olvidar que lo humano está enredado en una trama de dominación donde el llamado pueblo se encuentra en disímiles instancias soportando regimenes autoritarios o democracias tramposas.
Para Leguizamón, la música debe tener una función social, es decir que ésta como arte en sí mismo no tiene ningún valor. Una anécdota a la que hace referencia el mismo Cuchi , de lo que piensa, es la actividad musical: Una vez venía bastante enojado con todos estos inconvenientes que tiene la vida, y un changuito pasó en bicicleta, silbando la Zamba del pañuelo. Entonces lo paró y le preguntó qué es lo que silbaba: -“No sé; me gusta y por eso lo silbo”-, contestó. “-Ya ves, ésa es la función social de la música".
En el año 1969 Leguizamón grabó un disco para el sello Phonogram, que consta de dos partes; una, el lado A, interpretado en el piano; otra, el lado B, en canto acompañado por una guitarra. Lo importante de este disco es su visión de las relaciones sociales verticales. Así, uno de los temas hace referencia a lo engorroso de la justicia estatal, es La chacarera del expediente, cuya letra dice: “El pobre que nunca tiene ni un peso pa’ andar contento, no bien se halla una gallina que ya me lo meten preso.”[...] “amalaya la justicia, viditay los abogados, cuando la ley nace sorda no la compone ni el diablo.” [...] “estas son cosas del pueblo, de esos que no tienen nada, esos que se hallan millones tienen la casa rosada.”
No esta de más expresar que este disco fue prohibido por un militar en el gobierno de Onganía, quien al escuchar las coplas al tata dios quedó indignado. Pues en ellas el Cuchi se jacta del poder omnipresente representado por una entidad solitaria, obsoleta de vida.
Esto es sólo un acercamiento a lo que ha acontecido musicalmente, provocando una ruptura en la provincia de Salta, y solamente es un fragmento del potencial creativo de estos autores que conformaron un movimiento el cual por primera vez acerco el arte lírico a lo popular, en rienvindicación de la cualidad creativa humana.

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